Cuando alguien cocina algo, soy la última en terminarlo. Siempre me gustan todos, pero nunca he amado a nadie, porque nadie me parece suficiente. De cada cuatro veces que voy a un bar, tres veces no pago mi cuenta. Me levanto tarde siempre. Amo el olor de mis sábanas, que huelen a mí. Me enchucha que no hagan las cosas como digo. Me cargan las minas que se ven mejor que yo. Soy mi propio público. Hablo cosas brillantes, los chistes más graciosos, huelo divino y hago la wea que quiero. No merezco algo tan bueno, no merezco algo peor.