De chica, vivía en un pasaje. Era la segunda casa del lado izquierdo. Estaba al lado de un castillo de juguetes. Yo me acercaba a la tapia y mirada por un hoyito el patio. A veces, había autitos viejos tirados, muñecas rotas o cajas. De más grande, viví en una fábrica de chocolates. Mi favorito era un bombón que tenía almendras. También viví frente a una fábrica de nubes. Era lo mejor. En la mañana miraba por la ventana y sabía cuando iba a llover y cuando no. Solo una vez viví en un hogar. No duró mucho.